El Predicador Entusiasta

Cuando uno está dentro de una organización religiosa por convicción propia se siente seguro.

Cree que tiene una conexión con Dios.

También se siente conectado con las personas que se reúnen con él en su iglesia o congregación: son todos hermanos.

Si su familia también integra esa organización su dicha es completa.

Tal es esa seguridad que siente que se cree que está por encima del resto de los seres humanos que no integran esa iglesia.

Conoce algo que es de vital importancia para la humanidad, que la mayoría de los seres humanos no conoce, y debe comunicárselo a todas las personas que pueda, lo antes posible.

Es una tarea urgente, porque se avecina un desastre a escala mundial, del que solamente unos privilegiados se salvarán.

Así se convierte en predicador del evangelio, las buenas nuevas o, según qué grupo religioso sea, tendrá su nombre particular.

No solamente los cristianos realizan esta tarea.
La Biblia cuenta que Jesucristo les dijo a algunos judíos que lo interrogaban: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que recorren tierra y mar para ganar un adepto, y cuando lo han logrado, hacen de él una persona dos veces más merecedora del infierno que ustedes mismos.” Mateo 23:14-16 Versión “Dios Habla Hoy” (DHH)
  

   
Es casi una cuestión de la naturaleza humana tratar de propagar buenas noticias, tal como vimos en la nota sobre Albert Einstein. 
   

Un grupo muy conocido de predicadores son los Testigos Cristianos de Jehová, conocidos simplemente como Testigos de Jehová. Dependen de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, que está dirigida por un pequeño grupo conocido como Cuerpo Gobernante, que dirige la obra de todos los testigos de Jehová desde la sede mundial en Warwick (Nueva York, USA).
  

Todas sus enseñanzas presuntamente basadas en La Biblia están explicadas en muchísimas publicaciones en formato de libros, folletos  y revistas, impresas por la Sociedad Watch Tower. 

“LA Atalaya” y “Despertad” son esas revistas y seguramente alguna vez las habrá visto, y hasta leído. Las ofrecen de casa en casa o en puestos de revistas portátiles y solicitan una contribución voluntaria como donación a cambio. Antiguamente las vendían, pero al empezar en todo el mundo a cobrarles impuestos por esas ventas cambiaron de estrategia. Ahora recaudan el dinero en negro, evadiendo hábilmente la obligación de pagar impuestos en los países que operan.

   

¿Qué consecuencias hay en la vida de la gente cuando integra grupos religiosos como este?

En futuros artículos trataremos no solamente las actividades de los testigos de Jehová sino también de otros grupos religiosos en base a la experiencias vividas por nuestros editores.

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