Un maestro sufí tenía la
costumbre de contar una parábola al terminar cada lección, pero los alumnos no
siempre entendían el mensaje de la misma.
- Maestro – le dijo en tono
desafiante uno de sus estudiantes un día -, siempre nos haces un cuento pero
nunca nos explicas su significado más profundo.
– Pido perdón por haber
realizado esas acciones – se disculpó el maestro-, permíteme que para reparar
mi error, te brinde mi rico durazno.
– Gracias maestro.
– Sin embargo, quisiera
agradecerte como mereces. ¿Me permites pelarte el durazno?
– Sí, muchas gracias – se
sorprendió el alumno, halagado por el gentil ofrecimiento del maestro.
– ¿Te gustaría que, ya que
tengo el cuchillo en la mano, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?
– Me encantaría, pero no
quisiera abusar de su generosidad, maestro.
– No es un abuso si yo te
lo ofrezco. Sólo deseo complacerte en todo lo que buenamente pueda. Permíteme
que también te lo mastique antes de dártelo.
– ¡No maestro, no me
gustaría que hicieras eso! – se quejó sorprendido y contrariado el discípulo.
El maestro hizo una pausa,
sonrió y le dijo:
– Si yo les explicara el
sentido de cada uno de los cuentos a mis alumnos, sería como darles a comer
fruta masticada.
Esta historia, que pueden
leerla en muchas páginas de la red, es atribuída a Jorge Bucay. Es cierto que
está en la contratapa de su libro "Cuentos para pensar". Sin embargo,
si nos fijamos bien en su libro no dice que le pertenezca. Puede ser que le
haya cambiado un poco las palabras para ponerlas en las suyas, pero aclara
que es "de la sabiduría sufi".
Idries Shah fue un
compilador de historias didácticas de la filosofía Sufi. Aquí tienen un video
donde escucharán algunas de sus ideas.
Pueden activar los
subtítulos en castellano en la barra inferior del reproductor.
Desgraciadamente, muchos
maestros y padres piensan que es mejor darles a los niños las frutas perfectamente
cortadas y masticadas. De hecho, la sociedad y las escuelas están estructuradas
de tal forma que se enfocan más en la transmisión de conocimientos, de verdades
más o menos absolutas, que en enseñarles a los niños a pensar por su cuenta y
sacar sus propias conclusiones.
Los padres, educados en
este esquema, también lo repiten en casa ya que todos tenemos la tendencia a
reproducir con nuestros hijos las pautas educativas que utilizaron con
nosotros, aunque no siempre somos conscientes de ello.
Sin embargo, enseñarle a un
niño a creer a ciegas en supuestas verdades sin cuestionarlas, enseñarles lo
que deben pensar implica arrebatarles una de sus capacidades más valiosas: la
capacidad para autodeterminarse.
Educar no es crear sino
ayudar a los niños a crearse a sí mismos
La autodeterminación es la
garantía de que, elijamos lo que elijamos, seremos nosotros los protagonistas
de nuestras vidas. Podremos equivocarnos. De hecho, es muy probable que lo
hagamos, pero aprenderemos del error y seguiremos adelante, enriqueciendo
nuestro kit de herramientas para la vida.
Desde el punto de vista
cognitivo, no existe nada más desafiante que los problemas y los errores ya que
estos no solo demandan esfuerzo sino también un proceso de cambio o adaptación.
Cuando nos enfrentamos a un problema se ponen en marcha todos nuestros recursos
cognitivos y, a menudo, esa solución implica una reorganización del esquema
mental.
Por eso, si en vez de
darles verdades absolutas a los niños les planteamos desafíos para que piensen,
estaremos potenciando la capacidad para observar, reflexionar y tomar
decisiones. Si enseñamos a los niños a aceptar sin pensar, esa información no
será significativa, no producirá un cambio importante en su cerebro sino que
simplemente se almacenará en algún lugar de su memoria, donde poco a poco se
irá difuminando.
Al contrario, cuando
pensamos para solucionar un problema o intentamos comprender en qué nos
equivocamos se produce una reestructuración que da lugar al crecimiento. Cuando
los niños se acostumbran a pensar, a cuestionar la realidad y a buscar
soluciones por sí mismos, comienzan a confiar en sus capacidades y enfrentan la
vida con mayor seguridad y menos miedos.
Los niños deben encontrar
su propia manera de hacer las cosas, deben conferirle sentido a su mundo e ir
formando su núcleo de valores.
¿Cómo lograrlo?
Una serie de experimentos
desarrollados en la década de 1970 en la Universidad de Rochester nos brinda
algunas pistas. Estos psicólogos trabajaron con diferentes grupos de personas y
descubrieron que las recompensas pueden mejorar hasta cierto punto la
motivación y la eficacia cuando se trata de tareas repetitivas y aburridas pero
pueden llegar a ser contraproducentes cuando se trata de lidiar con problemas
que demandan la reflexión y el pensamiento creativo.
Curiosamente, las personas
que no recibían premios externos obtenían mejores resultados en la resolución
de problemas complejos. De hecho, en algunos casos esas recompensas hacían que
las personas buscaran atajos y asumieran comportamientos poco éticos ya que el
objetivo dejaba de ser solucionar el problema, para convertirse en obtener la
recompensa.
Estos resultados llevaron
al psicólogo Edward L. Deci a postular su Teoría de la Autodeterminación, según
la cual para motivar a las personas y a los niños a que den lo mejor de sí, no
es necesario recurrir a recompensas externas sino tan solo brindar un entorno
adecuado que cumpla con estos tres requisitos:
1. Sentir que tenemos
cierto grado de competencia, de manera que la tarea no genere una frustración y
una ansiedad exageradas.
2. Disfrutar de cierto
grado de autonomía, de manera que podamos buscar nuevas soluciones e
implementarlas, sintiendo que tenemos el control.
3. Mantener una interacción
con los demás, para sentirnos apoyados y conectados.
Por último, los animo a
disfrutar de este corto de Pixar, que se refiere precisamente a la importancia
de dejar que los niños encuentren su propio camino y no darles respuestas y
soluciones predeterminadas.
La presentación de la historia sufi y el comentario principal pertenecen a Jennifer Delgado Suárez, quien cita como fuente: Deci, E. L. & Ryan, R. M. (2000) Intrinsic and Extrinsic Motivations: Classic Definitions and New Directions. Contemporary Educational Psychology; 25: 54–67.
La aclaración sobre Bucay y la parte de Idries Shah son de la autora de la nota Hera, del Blog Mi palacio en el Olimpo.
Te invitamos a que nos dejes tus comentarios.
Pensamos que tu participación es lo que da sentido a nuestro trabajo.
Te invitamos a que nos dejes tus comentarios.
Pensamos que tu participación es lo que da sentido a nuestro trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te agradecemos tu comentario.
Te aclaramos que los comentarios solamente pueden hacerse a través de una cuenta de usuario de Google.
Si prefieres no usar este formulario puedes escribirnos directamente a testigosdelacreacion@gmail.com